América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . su cuello pende un largo collar de piedras preciosas; su maxtli bordado llega alsuelo, y su calzado está adornado con rosetas de cuero. En otros dos bajos relieves esculpidos en los pilares del santuario hay dos personajes entraje de ceremonia, uno de los cuales se distingue por su larga barba, y el otro por una cala-vera. Ambos tienen la nariz abultada que se atribuye á los toltecas. No intentaremos daracerca de estos personajes ninguna explicación que, por muy ingeniosa que fuera, careceríade va


América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . su cuello pende un largo collar de piedras preciosas; su maxtli bordado llega alsuelo, y su calzado está adornado con rosetas de cuero. En otros dos bajos relieves esculpidos en los pilares del santuario hay dos personajes entraje de ceremonia, uno de los cuales se distingue por su larga barba, y el otro por una cala-vera. Ambos tienen la nariz abultada que se atribuye á los toltecas. No intentaremos daracerca de estos personajes ninguna explicación que, por muy ingeniosa que fuera, careceríade valor científico; pero sí diremos que encima y debajo de los grandes bajos relieves hayotros más pequeños, en los cuales se repite la figura que hace las veces de cariátide y que, VIAJE AL YUCATÁN 391 según hemos indicado, está en el capitel de la columna. Es el mismo hombre barbudo quepor arriba sostiene el edificio; por abajo tiene además, debajo de la boca, una voluta dobleque parece escaparse, voluta que, según nos han dicho, era la imagen simbólica del viento yde la Fachada del Castillo. (De fotografía) ¿Habrán querido significar con esto los constructores que los toltecas erigieron el edificioen honor de Ouetzalcoatl y que hablan civilizado á los mayas con la palabra? Aquí hago pun-to: luego veremos otros monumentos que nos traerán á la memoria recuerdos análogos, yprosigo mi narración. Los ímprobos y rudos trabajos de estampación, las subidas y bajadas á nuestra pirámidenos tenían molidos y asendereados; lo cual no habría sido nada si hubiéramos podido dormir;pero á los días de calor sofocante sucedían noches glaciales; el frío y las fuertes corrientes deaire ncs mantenían despiertos gran parte de la noche, y por la mañana nos levantábamos 392 AMÉRICA PIXTORESCA más quebrantados que la víspera. Con todo, nuestros malos ratos tenían su compensación,como, durante nuestros insomnios, los paseos circulares que dábamos por


Size: 1370px × 1824px
Photo credit: © The Reading Room / Alamy / Afripics
License: Licensed
Model Released: No

Keywords: ., bookcentury1800, bookdecade1880, bookidamericapinto, bookyear1884