. Fabulas. la del monstruo dé,Y estímenos tal presente,Señal de amistosa fe. Con su pico diligenteNo hay un animal nocivoPor estos campos viviente. —Lo propio (chilló el cautivo)Con miles de insectos hago, FÁBULAS Y ved ¡qué trato recibo!Sujeto á mi sino aciago, Sin luz se me pasa el día,Trémulo de noche vago. Si es fea la traza mía,Piel rica al tigre hermosea, Y nadie en el tigre fíén la cigüeña es fea: Ningún hombre, sin molestarla se infunde su cargo, Y es porque la veis muy alta Y os grazna con pico con él asalta; No soy por mi culpa chico, Y
. Fabulas. la del monstruo dé,Y estímenos tal presente,Señal de amistosa fe. Con su pico diligenteNo hay un animal nocivoPor estos campos viviente. —Lo propio (chilló el cautivo)Con miles de insectos hago, FÁBULAS Y ved ¡qué trato recibo!Sujeto á mi sino aciago, Sin luz se me pasa el día,Trémulo de noche vago. Si es fea la traza mía,Piel rica al tigre hermosea, Y nadie en el tigre fíén la cigüeña es fea: Ningún hombre, sin molestarla se infunde su cargo, Y es porque la veis muy alta Y os grazna con pico con él asalta; No soy por mi culpa chico, Y el ánimo no me á libertaros me aplico De la familia que quiebraEn carne de hombres el esto no se celebra: Y á fe que en vuestras alcobasNo entra sapo ni culebra; Cínife, sí.—¡No más trovas!(Grita furioso un cermeño, Y alzan tres palos de escobas).Muere el bicho, sin que el ceño De su fortuna se ablande:No se agradece al pequeñoLo que se admira en el EL ÁGUILA Y EL CARACOL. V ló en la eminente roca donde anidaEl águila real, que se le llega Un torpe caracol de la honda vega, Y exclama sorprendida: —¿Cómo, con ese andar tan perezoso,Tan arriba subiste á visitarme?—Subí, señora (contestó el baboso),A fuerza de arrastrarme.
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