La Mujer . HUMBERTO 1 » de aque-ondeaba porta! La diplomacia eropea reclama á ItaliaChina. Un inmenso dolor, muccon la elocuencia de a trteza resignada, se transinipor todos los corazones: (corazón del Rey al del hunde obrero. Luego h ibo ensiasmo, hervidero de esípiiide champagne qne decapanapenas producida. Pero cudo las naves se i^erdierde vista, lágrimas ainar{rodaron por las bodegas•Marco Mighetti y porcostas del golfo encantíque quizá no volveáapisar más los ber-aglieEl jefe supremo de lapedición es Vicenzo (lani. Publicamos tambié i íretrato. Tiene apenas . •renta y cuatro años v \manda


La Mujer . HUMBERTO 1 » de aque-ondeaba porta! La diplomacia eropea reclama á ItaliaChina. Un inmenso dolor, muccon la elocuencia de a trteza resignada, se transinipor todos los corazones: (corazón del Rey al del hunde obrero. Luego h ibo ensiasmo, hervidero de esípiiide champagne qne decapanapenas producida. Pero cudo las naves se i^erdierde vista, lágrimas ainar{rodaron por las bodegas•Marco Mighetti y porcostas del golfo encantíque quizá no volveáapisar más los ber-aglieEl jefe supremo de lapedición es Vicenzo (lani. Publicamos tambié i íretrato. Tiene apenas . •renta y cuatro años v \mandado hasta su pariipara China, el 24 de i rteria. En Turin, sobre tes donde Garioni tiene sentada su fai a eoficial distinguido. Antes de zarpar el r .-. PARTIDA DK LOS HKUSACLIKH l orgullo.,-,, era la primera en consentirlo. poore Mos no se trataba de defender la patria? i^Mé inv obsequiaron con una bandeia de LA MUJER. Album de las Familias rgaminojlircon;^ las firmasiltodos ellos. ^^ué una de las escenasemocionantes de }a•de. Garioni recibió confortaleza de ánimo delo buen soldado aqueliblema de la amistad. Y con la banda sobre elcho, roja como la sangre,razó á sus buenos ca-Jaradas, á quienes quizásI volvería á o-Humberto se le acerca.(1 este momento reina un encio extiaño entre la¡orme multitud. Hablanj, Soberano y el coronel^uioni. Se estrechan la[.mo y se saludan hasta vuelta. ¡Quién había detciile al jefe de las tro- ,s italianas en China que uel era el postrer adiós le daba á su rey! ¡;Aun no han tenido par- iipación en la contienda• s bersagliejí. Pero cuan-i) el claiin los llame á lailea, Ydh eiá á sonar oídos el adiós del Rey


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