La democracia victoriosa; . sacudidas del motor. Veo eso todos los días y nolo entiendo, yo, que de mí sé decir que siempre viajosin sentarme, pues mientras hay una mujer paradano puedo conservar el asiento. Pero me asegurantodas las señoritas americanas que ellas ven eso muynatural, pues ese mozalbete que me indigna ganamenos y trabaja tal vezmás, a veces a lasórdenes de señoritas; y //si una miss supone quele ceden el asiento, porgalantería a su debili-dad, no lo acepta. Cuando he escrito laslíneas anteriores, mehago el propósito decivilizarme y ver a lasmujeres como otrostantos paladines, t


La democracia victoriosa; . sacudidas del motor. Veo eso todos los días y nolo entiendo, yo, que de mí sé decir que siempre viajosin sentarme, pues mientras hay una mujer paradano puedo conservar el asiento. Pero me asegurantodas las señoritas americanas que ellas ven eso muynatural, pues ese mozalbete que me indigna ganamenos y trabaja tal vezmás, a veces a lasórdenes de señoritas; y //si una miss supone quele ceden el asiento, porgalantería a su debili-dad, no lo acepta. Cuando he escrito laslíneas anteriores, mehago el propósito decivilizarme y ver a lasmujeres como otrostantos paladines, tanfuertes o más que loshombres; pero yo sé bienque cuando salga a lacalle voy a ceder el pasoa todas las mujeres, elasiento del tranvía a todas las damas y los primeros lugares en la coladel expendio de boletos; necesitaré que me gane entodos los negocios, que me venza en todas las em-presas, que me obstruya los caminos, que me pruebeque es fuerte para que yo empiece a incrustarmeen esta organización 90 LA DEMOCRACIA VICTORIOSA Porque son tan limpias, tan elegantes, tan educa-das estas Evas de cutis de porcelana y ojos de cielo,


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