Espaäna pintoresca; the life and customs of Spain in story and legend . an las caba-llerías, que han subido jadeantes la colina de la ciudad;allí se pasean los desocupados; charlan en la fuentelas mujeres y los arrieros, y viejos y jóvenes toman elsol, sentados en los bancosde mármol bajo los diminutosárboles. Al llegar a la plaza notamosque en muchos balcones habíacolgaduras moradas, y quemuchos de los transeúntesllevaban trajes de púrpura. — Mañana, — nos :jdijo el cochero com- Mplaciente, — es JuevesSanto, y aquí acostum-bramos a usar púrpu-ra en conmemoraciónde que Pilatos puso aJesucristo


Espaäna pintoresca; the life and customs of Spain in story and legend . an las caba-llerías, que han subido jadeantes la colina de la ciudad;allí se pasean los desocupados; charlan en la fuentelas mujeres y los arrieros, y viejos y jóvenes toman elsol, sentados en los bancosde mármol bajo los diminutosárboles. Al llegar a la plaza notamosque en muchos balcones habíacolgaduras moradas, y quemuchos de los transeúntesllevaban trajes de púrpura. — Mañana, — nos :jdijo el cochero com- Mplaciente, — es JuevesSanto, y aquí acostum-bramos a usar púrpu-ra en conmemoraciónde que Pilatos puso aJesucristo el manto degrana. El Viernes Santo todo el mundo se viste de luto. Durante los dos dias siguientes, Jueves y ViernesSantos, el silencio de la ciudad se hizo más intenso. 25 Las campanas de las iglesias no tocaron ni una solavez durante aquellas largas cuarenta y ocho horas. Porlas calles no pasaron coches, ni diligencias ni aún caba-llerías. Enmudecieron las cornetas y los tambores delAlcázar, y hasta los transeúntes parecían permanecer en 30. LA PUERTA DEL SOL lio ESPAÑA PINTORESCA SUS casas, esperando penitentes y llorosos la llegada delSábado de Gloria. Aquella tarde el arzobispo de Toledo había lavado lospies a doce mendigos, en presencia del clero y en medio5 de la mayor pompa religiosa. Esta ceremonia es muy antigua en España, y se celebratodos los años en Semana Santa en todas las Madrid el rey es el encargado del lavatorio. Los doce mendigos escogidos para este fin reciben deI o regalo una muda interior y un traje nuevo. La catedral estaba llena. A un lado del altar estabansentados los doce mendigos, limpios y orgullosos, y frentea ellos las autoridades civiles y militares, de gran gala. Del órgano brotaron sonidos profundos, que se trocaron15 después en notas armoniosas. El arzobispo seguido del clero cruzó la nave entrenubes de incienso. Se acercó a los pobres. Un clérigocolocó una jofaina de plata debajo de los pies


Size: 1466px × 1705px
Photo credit: © The Reading Room / Alamy / Afripics
License: Licensed
Model Released: No

Keywords: ., book, bookcentury1900, bookdecade1910, booksubjectspanishlanguage