. Historia de la conquista de Mexico : poblacion y progresos de la America Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España . ra tiempo de consejos medios^ que ordinaria- ^^^^^^^^ son enemigos de las resoluciones grandes^ tra-tó de mirar por sí, usando de la fuerza con que sehallaba según la hubiese micnester: y antes que Pe-dro de Barba se determinase á publicar la orden quetenia contra él^ puso toda su diligencia en apartar dela Ha vana á Diego de Ordaz, de quien se rezelaba Aparta Her- , 1 . j t nan Cortes mas, después que supo los mtentos que tuvo de ha- deíanava-cerse nombra
. Historia de la conquista de Mexico : poblacion y progresos de la America Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España . ra tiempo de consejos medios^ que ordinaria- ^^^^^^^^ son enemigos de las resoluciones grandes^ tra-tó de mirar por sí, usando de la fuerza con que sehallaba según la hubiese micnester: y antes que Pe-dro de Barba se determinase á publicar la orden quetenia contra él^ puso toda su diligencia en apartar dela Ha vana á Diego de Ordaz, de quien se rezelaba Aparta Her- , 1 . j t nan Cortes mas, después que supo los mtentos que tuvo de ha- deíanava-cerse nombrar por Gobernador en su ausencia: y asi ¿^ ordaz?^le ordenó que se embarcase luego en uno de los ba-xeles, y fuese á Guanicíiníco, población situada dela otra parte del Cabo de San Antón, para recogerunos bastimentos que se habían encaminado por aquelparage , mientras él llegaba con el resto de la arma-da : y asistiendo á la execucion de esta orden con so-segada adividad, se halló brevemente desembaraza-do del sugeto que podía hacerle alguna oposición ; ypasó á verse con Juan Velazquez de León, á quien. t%r^m€^^m Reduce áJuan Velaz-que?. de Le-ón, Ürrecenasistirle to-dos los no-bles de su sé-quito. Y el restodel cxcrcitocon mayordestemplan-za. Busca Pe-dro de Bar-ba á HernánCortés. Ponese desu parte pu-blicamente. Lo querespondió áDiego Ve-lazqucz. 64 CONQUISTA reduxo fácilmente á su partido, porque estaba algodesabrido con su pariente, y era hombre de mas do-cilidad y menos artificio que Diego de Ordaz. Con estas prevenciones se dexó ver de sus solda-dos , publicando la nueva persecución de que estabaamenazado. Corrió la voz, y vinieron todos á ofi-e-cersele conformes en la resolución de asistirle, aun-que diferentes en el modo de darse á entender: por-que los nobles manifestaban su ánimo como efedonatural de su obligación; pero los demás tomaron sucausa con sobrado fervor, rompiendo en voces des-compuestas , que llegaron á poner
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