La Mujer . es de cargar con la serpiente,y cuando estuvo hecho: —¡Ciego que tii eres!—exclamó la zorra.—^Por qué no cogiste un peñasco y aplastastela cabeza de este ingrato animal? El hombre se dió un golpe en la suya, dolidopor no habérsele ocurrido la idea. —¡Ciego y más que ciego!—repitió la zorra.—¿Por qué, si antes no lo hiciste, dejas de hacerlo?ahora? Haciendo un esfuerzo de inteligencia com- prendió al fin el hombre lo que la zorra decía,y cogiendo una gruesa piedra dió con ella sobrela serpiente y la mató. Hecho esto, no olvidó el hombre demostrarsu agradecimiento á su salvadora. —Ace


La Mujer . es de cargar con la serpiente,y cuando estuvo hecho: —¡Ciego que tii eres!—exclamó la zorra.—^Por qué no cogiste un peñasco y aplastastela cabeza de este ingrato animal? El hombre se dió un golpe en la suya, dolidopor no habérsele ocurrido la idea. —¡Ciego y más que ciego!—repitió la zorra.—¿Por qué, si antes no lo hiciste, dejas de hacerlo?ahora? Haciendo un esfuerzo de inteligencia com- prendió al fin el hombre lo que la zorra decía,y cogiendo una gruesa piedra dió con ella sobrela serpiente y la mató. Hecho esto, no olvidó el hombre demostrarsu agradecimiento á su salvadora. —Acepto tus muestras de gratitud—dijo lazorra—y espero que en premio por habertesalvado la vida no vacilarás si te pido unagallina de tu corral. —De buen grado—dijo el hombre-—Ven á michoza. Una vez tn ella y ya en seguridad, ya porimpulso propio, ya por consejos de su mujer,ello fué que en vez de entregar á la zorra loprometido, la echó brutalmente á puntapié La zorra se alejó moviendo la cabeza y di-ciéndose amargamente: —Soy una estúpida para ser zorra. ¡He olvi-dado que todos los hombres son iguales! Guillermo Godio. ^= F ^ B XJ Li ^ Enfermó un avariento, el pxilso no me asusta, y aunque su esposa pretendió al momento ni tampoco la lengua n:e disgusta, avisar al doctor, él na quería: Lo que me desagrada, mas viéndose peor de día en día, es que la economía está alterada, consintió en que viniera. La mujer exclamó:—¡Me lo temía! Viole el doctor, y habló de esta manera: ¡Todo su mal está en la economía!—El corazón, el hígado y pulmones ,ejercen libremente sus funciones; ^Uis I^ebnandez- ü-uerba. PENSAMIENTOS No olvides ni un instanteque es quedarse detrás no ir adelante. Campoamor. Hoy, en literatura, ninguna licencia es lícita. Tamayo y Baus. La exageración es la mentira del hombre de bien. Be Maistre. * * Aquel que, al prestar un servicio, no ha contado conla ingratitud, no ha hecho más que la m


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