. BoletÃ-n de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. DE HISTORIA NATURAL 307 dingas, cuyos cantos rodados son cuarcitas silúricas, con cemento especialmente arenoso-silÃ-ceo. AquÃ- no hay cantos calizos, ya por estar estos mantos lejanos de los páramos, ya porque las aguas los hayan disuelto en el caso de que alguna vez, lo que dudamos, hayan existido. Lechos y lentejo- nes de arena, con algunos filetillos calizos de un blanco puro, irrum- pen entre las hiladas de cantos rodados. La figura reproduce un corte de esta antigua terraza. 6So m < ;â â¢â¢ <?â I. hoy e
. BoletÃ-n de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. DE HISTORIA NATURAL 307 dingas, cuyos cantos rodados son cuarcitas silúricas, con cemento especialmente arenoso-silÃ-ceo. AquÃ- no hay cantos calizos, ya por estar estos mantos lejanos de los páramos, ya porque las aguas los hayan disuelto en el caso de que alguna vez, lo que dudamos, hayan existido. Lechos y lentejo- nes de arena, con algunos filetillos calizos de un blanco puro, irrum- pen entre las hiladas de cantos rodados. La figura reproduce un corte de esta antigua terraza. 6So m < ;â â¢â¢ <?â I. hoy en vÃ-as de ablación, descan- sando sobre estratos tortonien- ses. (Véase también la fig. ) La figura permite darnos cuenta de la evolución por que ha ido pasando el valle principal. El Henares ha corrido primiti- vamente á la altura de los 700 m. aproximadamente, y aun á los mismos 800 m., en el nivel arci- lloso que le ofrecÃ-an las mesetas terciarias, previamente denuda- das (fig. ). Sobre este nivel, y una vez alcanzado su perfil de equilibrio de entonces, fué de- f jando sus cantos rodados y sus ¡unto á ^eS^dÃ-r^He^ares08' ori"a lechos de arena, COmO depósitos i, Terraza (hoy desmantelada) cuaterna- , . , ,. , , , ria; 2 a 4, Mioceno; 2, Arcillas; 3, Marga aluviales, testigos de SU labor de caliza; 4, Arcillas (espesor, 200 á 300 m.). , . Escala de 1 : 50 (para 1 á 3). erosión y de acarreo (aluviones antiguos, conglomerado-pudingas de la terraza considerada). Con posterioridad, y como efecto de un movimiento, se inauguró un nuevo ciclo de erosión, el cual comenzó por cortar y hender la pri- mitiva terraza aluvial en todo su espesor, interesando más tarde las arcillas miocenas, en un espesor de 40 m. (verdadera terraza de erosión). En este nivel está detenida la labor erosiva en el sen- tido vertical: el valle se ha ensanchado, al tiempo que las aguas están depositando arenas y canto
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