Espaäna pintoresca; the life and customs of Spain in story and legend . me de la grandiosa catedral, dondecon frecuencia había encontrado un lugar de quietud, de 10 encanto artístico, de soledad soñadora, que inspiró muchasveces mis ideales, y mitigó en ocasiones mis pesadumbres. LA ALHAMBRA Nuestro corazón late con fuerza al aproximarnos a lahermosa Granada. La noche pasa lenta, muy lentamente;las estrellas comienzan a palidecer, y al fin divi- .. ^jsamos las delicadas líneas del alba, allá a lolejos, por encima de los montes españoles. Al acercarnos a la fa-mosa ciudad vemos el ríoDarro, río
Espaäna pintoresca; the life and customs of Spain in story and legend . me de la grandiosa catedral, dondecon frecuencia había encontrado un lugar de quietud, de 10 encanto artístico, de soledad soñadora, que inspiró muchasveces mis ideales, y mitigó en ocasiones mis pesadumbres. LA ALHAMBRA Nuestro corazón late con fuerza al aproximarnos a lahermosa Granada. La noche pasa lenta, muy lentamente;las estrellas comienzan a palidecer, y al fin divi- .. ^jsamos las delicadas líneas del alba, allá a lolejos, por encima de los montes españoles. Al acercarnos a la fa-mosa ciudad vemos el ríoDarro, río de oro, y másallá de los tejados rojizos yde los graciosos miradores,la vega de Granadasalpicada de olivos yde álamos, y las mura-llas vetustas de aldeaspintorescas. Hacia el norte seve a la Sierra Nevadaelevar hasta las nubessus cimas cubiertas denieve, y en lo altode un cerro, más allá de las torres de la Alhambra, losdelicados arcos del Generalife brillan bajo la tierna cariciade los rayos del sol. El ambiente tiene la dulce quietud del estío. 39. 15 LA PUERTA DE JUSTICIA I 40 ESPAÑA PINTORESCA En las afueras hay lentos borricos que caminan despa-cio por veredas cercanas al río, mientras que en el corazónde la ciudad se divisan hombres embozados en capas, quepasean silenciosos, fumando el eterno cigarrillo. El murmullo de las aguas del Darro se confunde conel repiqueteo de las campanas. Los mendigos perezosos,que duermen bajo un sol abrasador, nos presentan unaGranada muy diferente de la de Boabdil y de los antiguoscalifas, pero no por eso menos pintoresca. II I o Hay en la colina de la Alhambra una atmósferaprimaveral y una brisa cargada de perfumes de los altosjardines moriscos. Las macizas murallas del palacio árabe se destacan enlo alto de la colina. Las torres Bermejas, que fueron 15 testigos de tantas leyendas, aparecen en lontananza porentre las hojas de corpulentos olmos. El agua de lasfuentes de mármol, en las cuales se hallan escritas lasha
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