. Láminas de folletín y de misal . la Cruz,¿visteis un pecado LÁMINAS DE MISAL U7 que se me ha perdidodentro del cercadodel pomar?... —Caballero pecador,jamás, en toda mi vida,miré la fruta podrida,y un pecado desprendidoes como un fruto podridopara Enmudecí... Un gavilánpasaba por donde estánlos ojos de Aldebará¡Por donde los astros van! Y le pregunté a San Juan:—San Juan, San Juan, ¿no habéis vistouna culpa en este huerto?... —Solamentehemos visto a Jesucristo 148 LUIS FERNÁNDEZ ARDAVÍN con el corazón abiertoy la corona en la Y unos lirios que se abríana la sombra del
. Láminas de folletín y de misal . la Cruz,¿visteis un pecado LÁMINAS DE MISAL U7 que se me ha perdidodentro del cercadodel pomar?... —Caballero pecador,jamás, en toda mi vida,miré la fruta podrida,y un pecado desprendidoes como un fruto podridopara Enmudecí... Un gavilánpasaba por donde estánlos ojos de Aldebará¡Por donde los astros van! Y le pregunté a San Juan:—San Juan, San Juan, ¿no habéis vistouna culpa en este huerto?... —Solamentehemos visto a Jesucristo 148 LUIS FERNÁNDEZ ARDAVÍN con el corazón abiertoy la corona en la Y unos lirios que se abríana la sombra del pomar,al abrirse, se ponían,silenciosos, a EN ÁVILA DE SANTOS A MAURICIOBACARISSE ...considerar nuestra almacomo un castillo donde haymuchos aposentos. Teresa db Ávila. N Avila de Santos hice posada un dí un día de otoño en que la ventolera,helándose al cruzar la paramera,arreciaba y movíahidalga capa y saya Corrí legua tras legua,sobre el calvo pardal de los rastrojos,. 152 LUIS FERNÁNDEZ ARDAVÍN y al trote de mi yegua crucé vegas sin sol, páramos rojos, y vi caer las hojas de las choperas otoñales, Y al fin paró mi yegua en la murallaque tierras de romances Lejos, como en la clara de un ensueño,la clara de una nube se encendíacon cobaltos de un fondo velazqueñ Avila se erguíacon ceño duro y fierode castillo roquero,lleno de torreones,arcos, cruces, almenas y ¡Oh, castillo roquero para gloria de monjasy aferrados ! LÁMINAS DE MISAL 153 |0h, plazuelas y lonjas con zaguanes obscuros y devotas y ! Huí la vulgar genteque en el Mercado Grande hacía fiesta,y en el atrio gentil de San Vicentedejé la vida ésta,y una mística luz desconocidame puso en el ensueño de otra Avila despertaba a la mañ esquilón en cada vieja ermitay en cada altiva torre una campana,estremecían música infinitahacia los claros celestiales,en un vivo conci
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