La Mujer . zado á trazarlocon gran celo el señorArtal, que es á quiénse debe el conocimien-to de algunos grandesartistas españás fuera por falta doayuda ó tiempo, es locierto que ninguno delos esfuerzos hechosh asta ah o ra puedeigualar con el de aque-llos señores, por el lujo,comodidad y gusto ar-tístico que han sabidodar á la Exposición deque nos ocupamos. Muchas y muy bue-nas son las obras quecontiene el local de lacalle Florida 325, sin-tiendo no poder enu-merar todas por faltade memoria y espacio. Entre las principalesrecordamos, el famosoHapt) de Pradilla, condos acuarelas que sonu
La Mujer . zado á trazarlocon gran celo el señorArtal, que es á quiénse debe el conocimien-to de algunos grandesartistas españás fuera por falta doayuda ó tiempo, es locierto que ninguno delos esfuerzos hechosh asta ah o ra puedeigualar con el de aque-llos señores, por el lujo,comodidad y gusto ar-tístico que han sabidodar á la Exposición deque nos ocupamos. Muchas y muy bue-nas son las obras quecontiene el local de lacalle Florida 325, sin-tiendo no poder enu-merar todas por faltade memoria y espacio. Entre las principalesrecordamos, el famosoHapt) de Pradilla, condos acuarelas que sonuna joya. Una flamencade Villegas, el Canal deVenecía (efecto de luna)é Isabel la Católica oran-do p )>• la empresa deColón^ cuadro tambiénmuy célebre de Muñozde Graiu, catedráticoactual en la Escuelade Bellas Artes deMadrid; una cabeza delinmortal Rosales; dosaguas fuertes del malo-grado Fortuny. pintorde las escenas árabes. La medalla de laúltima exposición deMadrid, ve admira en. PORTADA DEU CATALOGO PRADILLA—( la Marina de Bilbao felicitándonos mucho,pues es la primera vez que un originalpremiado viene á Buenos Aires, y delmismo autor, íxcnarela Escenas andaluzaspintada con magistral sencillez. MorenoCarbonero el inimitable en sus as untos delQuijote presenta un paisaje que solo espara visto. De Villegas Brieba, laureado artista, ex-catedrático de la Escuela de Madrid yque vino á dirijir la Exposición, doscuadros asuntos campestres de Roma, yGalicia El sermón del misionero^ entre flores,otro místico representado en una reli-giosa en la huerta del convento, unacabeza de gitana que solo su pincelpuede hacer, y un panó decorativo lamañana desperezándose^ y rompiendo lasgasas que la enredaron á una zarza alquedarse dormida. E. Serra tiene lanovedad de cuadros de figura en vez delos paisajes ya conocidos y que tan poética-mente traslada al lienzo, Garuelo con eltan celebrado Duelo interrumpido^ GarciaRamos La reja, Jiménez Aranda
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