. Boletín. Science. LOS TKIÍRENOS DIO LA COSTA ATLÁNTICA 463 ción, justificado por la circunstancia de que el fondo de la tonenteía mencionada había alcanzado y destruido la bóveda de una madrigue- ra, tal vez de Glyptodon. cavada en el espesor del chapalmalense, cuyo lelleno lial)ía sido evidentemente removido y [uircialmeiite substituido \)0v el característico conglomerado cenagoso prebelgraneuse (íig. '¿o). El fémur, a juzgar por la excavación, se hallaba en la parte más alta <le la cavidad de la madriguera. Pero, sin duda, los materiales que los preensenadensés preferente- luente usaron
. Boletín. Science. LOS TKIÍRENOS DIO LA COSTA ATLÁNTICA 463 ción, justificado por la circunstancia de que el fondo de la tonenteía mencionada había alcanzado y destruido la bóveda de una madrigue- ra, tal vez de Glyptodon. cavada en el espesor del chapalmalense, cuyo lelleno lial)ía sido evidentemente removido y [uircialmeiite substituido \)0v el característico conglomerado cenagoso prebelgraneuse (íig. '¿o). El fémur, a juzgar por la excavación, se hallaba en la parte más alta <le la cavidad de la madriguera. Pero, sin duda, los materiales que los preensenadensés preferente- luente usaron para ta- llar sus utensilios con- sistieron en tosca cal- cárea y hueso, y sobre todo esta última subs- tancia. En efecto^ ade- más délos objetos men- cionados son también tallados en hueso todos los utensilios, in'oce- dentes del mismo ho- rizonte, descritos por ('. Ameghino en su es- tudio sobre los yaci- mientos antropológi- cos de Miramar (XVI), a saber : las cinco «bolas» de las figuras 6, 8, 10, 15 y 18 (pág. 20), lastres puntas de lanza de las figuras 7. 9 y 17 (pág. 15), el peso l»ara línea de la figura 16 (pág. 20), la punta de arpón (?) de la figura 19 (pág. 15) y q\ Jialcer de la figura 14 (pág. 15). La aparición de esta nueva industria osteolítica^ según la expre- sión de C. Ameghino fXVI. pág. 2.'5), quien consideraba que estos utensilios hubiesen sido tallados en hueso fósil (como realmente se observa en muchos- casos) adquiere notable importan('ia por (uianto en Europa, según Obermaier (El hombre fósil, pág. 95), « el uso del hueso no fué seíialado con certidumbre ])ara el paleolítico inferior, exceptuando en el norte de España, en que el musteriense de la cueva del Castillo, contiene ya verdaderos punzones de hueso ». Por lo tanto el « uso del hueso », tan difusamente adoptado por los prebel-. Vig. Hó. — 1. araiiciiiio; -. |iii'i-iis(iiiiili'ii>i-; -i. prcliclüTaneii- «e ; 4, belgraueusc : T. sitio del fV-
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