La Mujer . Cuentan que Enrique IV de Francia,llamado el grande ó el bíieii Enrique,presentóse en las calles de París presi-diendo nada menos que una comparsa debrujos, lo que alarmó grandemente elespíritu de los fanáticos religiosos quele asesinaron y que entonces predomina-ban en la que llamóse después la Fran-cia de Voltaire. * * * De distinta manera que en los paíseslatinos festejaron y aun festejan esas fies-tas los de la raza slava ó sajona. No seríaposible ocuparnos de todos; pero llame-. mos la atención sobre la costumbre origi-nal con que lo hace el pueblo bohemio* Allí se juzga solemn


La Mujer . Cuentan que Enrique IV de Francia,llamado el grande ó el bíieii Enrique,presentóse en las calles de París presi-diendo nada menos que una comparsa debrujos, lo que alarmó grandemente elespíritu de los fanáticos religiosos quele asesinaron y que entonces predomina-ban en la que llamóse después la Fran-cia de Voltaire. * * * De distinta manera que en los paíseslatinos festejaron y aun festejan esas fies-tas los de la raza slava ó sajona. No seríaposible ocuparnos de todos; pero llame-. mos la atención sobre la costumbre origi-nal con que lo hace el pueblo bohemio* Allí se juzga solemnemente á.... ungallo, vestido de colorado. Se le acusa dereo contumaz de lesa concupiscencia. Sele condena á muerte. Se le lleva al patí-bulo. Se le decapita con toda solemnidady se le entrega á los desposados de esoscJías—debe haberlos,—el cuerpo del ajus-ticiado el cual sirve de base fundamental para el gran banquete carnavalesco. En algunos pueblos de Rusia se exhibíanfieras como el oso tradicional que bailabay enseñaba á bailar en esos días á losingénuos campesinos.


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