La Mujer . mos la atención sobre la costumbre origi-nal con que lo hace el pueblo bohemio* Allí se juzga solemnemente á.... ungallo, vestido de colorado. Se le acusa dereo contumaz de lesa concupiscencia. Sele condena á muerte. Se le lleva al patí-bulo. Se le decapita con toda solemnidady se le entrega á los desposados de esoscJías—debe haberlos,—el cuerpo del ajus-ticiado el cual sirve de base fundamental para el gran banquete carnavalesco. En algunos pueblos de Rusia se exhibíanfieras como el oso tradicional que bailabay enseñaba á bailar en esos días á losingénuos Allá en la Ar


La Mujer . mos la atención sobre la costumbre origi-nal con que lo hace el pueblo bohemio* Allí se juzga solemnemente á.... ungallo, vestido de colorado. Se le acusa dereo contumaz de lesa concupiscencia. Sele condena á muerte. Se le lleva al patí-bulo. Se le decapita con toda solemnidady se le entrega á los desposados de esoscJías—debe haberlos,—el cuerpo del ajus-ticiado el cual sirve de base fundamental para el gran banquete carnavalesco. En algunos pueblos de Rusia se exhibíanfieras como el oso tradicional que bailabay enseñaba á bailar en esos días á losingénuos Allá en la Arabia dejaban sus habitan-tes el mutismo sombrío y siniestra apos-tura; abandonaban las abstracciones mís-ticas—para vestirse de mogigangas ridi-culizando á los cristianos. * * * Pero, ¿qué va quedando ya de todasaquellas tiestas que lueron maravillas defestejos en sus distintas épocas? Qué se hicieron de aquellos carnavalesde Venecia, Roma, Milán, Ñapóles?....Desaparecieron casi con la dominaciónextraña y si aún brillan lo hacen comopalidísimo reflejo de lo que fueron y novolverán á ser jamás. El carnaval de Madrid, que es tal vezel mas moderno de Europa, 3^ que tuvosus intermitencias á mediados de estesiglo, aun subsiste con sus alegres músi-cas, sus mascaradas inimitables, sus estu-diantinas y originales cantos allá en elmagnífico pasco del Prado. Y luego elentierro de la sardina! La tradicional compars i del Buey gor-do reinó en Paris aun después del im-perio que la instituyó. Conocéis esa fiesta? Su nombre lo dice:— Un buey gordo, el más


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