. Anales. ioneslejanas, difí-ciles y en ocasiones peligrosas que tienen que hacer en muchos indispensable que nosotros los mexicanos, más interesados que na-die en estas cosas, tomemos ejemplo de esos sabios, de esos beneméritostrabajadores y que, siguiendo sus huellas, nos consagremos á exhumarlas reliquias de nuestro pasado, de ese pasad o de donde arrancan la ftter-za y la virilidad de nuestra raza. Y es indispensable también C[ue a bra-mos nuestros brazos á los investigadores de buena fé, á los que tenien-do la ciencia por bandera, vengan á nuestro territorio á estudiar esepasado


. Anales. ioneslejanas, difí-ciles y en ocasiones peligrosas que tienen que hacer en muchos indispensable que nosotros los mexicanos, más interesados que na-die en estas cosas, tomemos ejemplo de esos sabios, de esos beneméritostrabajadores y que, siguiendo sus huellas, nos consagremos á exhumarlas reliquias de nuestro pasado, de ese pasad o de donde arrancan la ftter-za y la virilidad de nuestra raza. Y es indispensable también C[ue a bra-mos nuestros brazos á los investigadores de buena fé, á los que tenien-do la ciencia por bandera, vengan á nuestro territorio á estudiar esepasado nuestro; y (jue les facilitemos en cuanto sea posible su benemé-rita labor. Reitero á usted, Señor Ministro, las seguridades de mi atenta y res-petuosa consideración. A bordo del «Ltisitania,» entre Liverpool y Nueva York, juniode 1912. Alfonso Pruneda. Señor Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes. México. íl- amCTiüS ÍÍNiS i GENEIW M POR CARLOS MAGIAS. Anales. T. IV— INTRODUCCIÓN. El hombre forma un todo que existe por el concurso de cada una desus partes, por ésto debe estudiarse en el desarrollo de sus órganos físi-cos Y en sus facultades intelectuales, llevando este estudio, como finpráctico, el perfeccionamiento físico 3 el perfeccionamiento las ciencias que ayudan á la persecución de este fin constituyenla Antropología general. Un hombre nacido roljusto, creado en condiciones salubres, con nu-trición sana y abundante, cujo espíritu no sea agitado por los cambiosde suerte y la presencia de enemigos, adquiere una organización físicaque realiza el ideal del primer género de perfección. La hal^ilidad que el ejercicio puede dar á nuestros órganos, nos haceaptos para llenar diversas funciones, siendo la educación física la que pro-duce el perfeccionamiento. Pero á más de ésto, nosotros nacemos condisposiciones más ó menos marcadas ó aptitudes naturales para tal ócual ocupación; pero en todo cas


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