América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . o cono del Tolima, alzando conarrogancia á cinco mil seiscientos diez y seis metros de altura sus nieves eternas. El dia 8 de marzo de 1876, á las cinco de la tarde, al penetrar en la hacienda de las Cru-ces, no sólo íbamos molidos, cubiertos de barro y andrajosos, sino que estábamos tambiénmuertos de hambre tanto los jinetes y los peones, como las cabalgaduras. Bajo el colgadizo de lahabitación, que estaba á unos treinta pasos, sobre una pequeña eminencia cubierta de césped y VIAJE A LA AMÉRICA E


América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . o cono del Tolima, alzando conarrogancia á cinco mil seiscientos diez y seis metros de altura sus nieves eternas. El dia 8 de marzo de 1876, á las cinco de la tarde, al penetrar en la hacienda de las Cru-ces, no sólo íbamos molidos, cubiertos de barro y andrajosos, sino que estábamos tambiénmuertos de hambre tanto los jinetes y los peones, como las cabalgaduras. Bajo el colgadizo de lahabitación, que estaba á unos treinta pasos, sobre una pequeña eminencia cubierta de césped y VIAJE A LA AMÉRICA EQUINOCCIAL (^71 cercada de una rústica empalizada, se hallaba el dueño de la finca, don Ramón Cárdenas, de-partiendo con sus jornaleros que volvían del trabajo. Era el tal un tipo muy característico: demediana estatura, bien formado, y ancho de hombros; su pié combado calzaba alpargatas; lleva-ba un poncho, aunque poco aristocrático, sumamente cómodo, y el sombrero hacia atrás;tenia la frente espaciosa, los ojos negros y penetrantes: en suma, su tipo revelaba resolució Cosecha de cera del Ccioxyúii en el Quindio audacia y energía. Nos recibió con suma cordialidad sin parar mientes, al parecer, en elestado en que nos habian puesto los caminos que conducían á su hacienda. Pregúntele ante todo si tenia algo para cenar. —A mala hora llegan Vds.—respondió;—precisamente hoy hemos concluido la sementera,y no queda un grano en casa. Con todo, nos partiremos como buenos hermanos unas cuantaspatatas y un poco de arroz y mañana será otro día. Nada nos quedaba que replicar á este lenguaje franco y expresivo. 674 AMÉRICA PINTORESCA Mientras los guías quitaban los arreos á las cabalgaduras, colocando las sillas y los bultosbajo los cobertizos, se habló algo de agricultura del país, hasta que el operario Pedro quehacia las veces de cocinero, se presentó con una olla humeante, dentro de la cual estabacontenida toda la cena. Triste pisto ¡ay! de


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